miércoles, 15 de abril de 2009

A lo largo de la historia, podemos clasificar a partir de ella, periodos o fases en que se ha desarrollado la técnica y la tecnología. Estas permiten entender la relación que han tenido con el ser humano y las sociedades.
En el sigo XX se pueden recalcar contribuciones de gran interés como la de José Ortega y Gasset (1) que relaciona las fases de la técnica con la forma en que los seres humanos se relacionan con ella.
La técnica es la reforma de la propia naturaleza, que hacen que las necesidades posiblemente anuladas, pasen a hacer satisfechas. Lo esencial de la naturaleza humana consiste en el distanciamiento de estas necesidades naturales que caracterizan al resto de los seres vivos. La técnica es el medio por el cual el hombre logra desarrollar un entorno supranatural específicamente humano.
Ortega distingue tres estadios en la historia de la técnica:
Del azar, es el progreso del hombre en la realización de sus actos técnicos, pero aun no los reconoce. Del artesano, el hombre comienza a reconocer el uso de la técnica, pero todavía no lo ve como algo separado del ser humano. Del técnico, es la separación del acto técnico respecto al trabajo del hombre. Esto se da a partir de la aparición de las maquinas. En esta fase se pueden notar 2 vertientes del acto técnico. El diseño (propio del ingeniero) y la ejecución (propia del obrero).
El teórico Lewis Mumford (2) analiza cómo en los distintos momentos históricos de las maquinas, condicionan las formas de vidas sociales.
Al igual que Ortega, también distingue tres momentos en la evolución de la técnica, pero que se correspondería a tres tipos de maquinas. La fase eotécnica (S XVIII), paleotécnica (S XIX) y neotécnica (S XX).
Estos periodos explican como fueron evolucionando las maquinas a lo largo del tiempo. Primero se comenzó a utilizar los recursos como el agua y el viento, para la producción de energía de las maquinas. La madera era la principal materia prima del momento junto con el cristal. Luego esto será sustituido por el carbón como fuente de energía y el hierro como materia prima. Por ultimo será suplantado por la electricidad como energía dominante. En esta etapa las grandes fábricas fueron despareciendo de los entornos urbanos.
El teórico Carl Mitcham (3) distingue a diferencia de los demás, tres actitudes en la historia del pensamiento hacia la técnica.
El escepticismo antiguo, Mitcham encuentra en el pensamiento socrático-platónico el desprecio a lo técnico.
Para Platón es posible alcanzar el verdadero conocimiento con el alejamiento de lo sensible. Es el iniciador de la tradición en la que se acepta la superioridad de lo teórico sobre lo práctico.
Según Aristóteles los actos teóricos transgreden las leyes que gobiernan la naturaleza, la voluntad humana las niega.
El optimismo ilustrado, en la modernidad el humano racional usa la técnica como medio de progreso y bienestar. La modernidad y la ilustración confían en la racionalidad humana.
El desasosiego romántico, según Mitcham considera que el romanticismo busca evocar los sentimientos para alejarse de las miserias que trajo la evolución tecnológica en cuanto a la sociedad.

En conclusión a medida que pasa el tiempo hay una mayor invención de artefactos tecnológicos y de mayor complejidad, pero, siempre y cuando existan las condiciones sociales y materiales para ello. Esto provoca que el ser humano tenga una constante necesidad que satisfacer. La sociedad juega el papel de cliente, mientras que la naturaleza, de recurso o territorio para la transformación tecnológica.



Nota: (1) Obra “Meditación de la técnica”, publicada en 1939.
(2) Obra “Técnica y Civilización”, publicada en 1934.
(3) Articulo “Tres formas de ser con la tecnología”.

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